El consumo del pollo se ha convertido en un lujo en esta Semana Santa
Las vacaciones de Semana Santa empiezan a ser un dolor de cabeza para las amas de casa, pues no sólo se las ingenian para hacer las tareas domésticas y echar un ojo a los niños traviesos pegados al celular, sino también para hacer rendir el gasto en la compra del mercado ya que todo está por las nubes.
Cuidar la alimentación ha resultado de pronto un lujo, porque las verduras, legumbres y el pollo, incrementaron el precio en este periodo vacacional y con el salario mínimo equivalente a los 249 pesos las probabilidades de una sana alimentación son escazas; en el caso del pollo completo, su precio va de los 200 a 250 o más y una pechuga sola hasta en 140 pesos en el Mercado Central.
En Acapulco a cinco meses del huracán Otis, quizás hay quienes tienen todavía una gran cantidad de artículos perecederos en la alacena, pero también, hay quienes ya quieren variarle un poco a su alimentación, sin embargo, las vacaciones y el raquítico salario mínimo en nuestro país no lo permite.
Por tanto, habrá que ser muy pacientes con las amas de casa en estos quince días, pues ellas, tendrán que ser muy creativas para hacer rendir el gasto en los hogares, además de satisfacer la pancita de toda la familia.